Cruzadas y Misiones
El jueves pasado, mientras las televisoras privadas saturaban con flashes desde la "masiva" marcha de Blumberg, en Canal 7 el programa Huella Digital dedicaba su espacio a denunciar el desastre ecológico, social y económico que la empresa Arauco está realizando en la provincia de Misiones. Como explica Gustavo Baeza en su artículo "Avanzan los pinos en Misiones y el imperialismo sobre Latinoamérica" lo que prima hoy -como hace cuarenta años, cuando La Forestal depredó el Chaco en la explotación del autóctono Quebracho- "es la obtención de ganancias en un tiempo relativamente corto y con el menor esfuerzo posible, burlando las obligaciones contractuales, causando estragos al paisaje y a costa de los argentinos". En la actualidad, la multinacional mencionada se expande descontroladamente dejando una compleja combinación de daños, de los cuales Baeza destaca "la oligopolización de la industria forestal argentina, el condicionamiento de las actividades relacionadas a ella (industria del papel y aserraderos) perjudicadas por la alta concentración de la propiedad y la tierra, y el deterioro de las condiciones laborales con la consecuente fragmentación social e incremento del desempleo". A minutos de que el señor Blumberg arremetiera contra organismos de Derechos Humanos, piqueteros y hasta programas de televisión que no lo quisieron invitar para difundir su convocatoria, acusándolos de censurarlo, la señal del canal oficial era interferida por proveedores de cable de la provincia litoraleña preocupados por la difusión de las consecuencias de actividad económica de Arauco. Lo que parece ser, éste sí un verdadero acto de censura y un difícil intento de ocultar la verdad. A diferencia de la mayoría de los participantes de la "cruzada Axel", los campesinos, trabajadores rurales y aborígenes de Misiones no necesitan de la TV, ni para saber qué sucede a su alrededor, ni para movilizarse en defensa de lo creen justo.